Lucrecia era una noble romana casada con Colatino de la que se prendó el hijo del rey Tarquino; ante el rechazo de la joven a las solicitudes amorosas, el hijo del rey violó a Lucrecia. A la mañana siguiente ella avisa a todos sus familiares que vayan hacia ella, allí mismo dice "Ninguna mujer quedará autorizada con el Ejemplo de Lucrecia para vivir a super dehonor", después de decir esto se suicida clavándose un cuchillo en el pecho. Bruto, presente en el suicidio, arrancó el puñal que Lucrecia había clavado en su corazón y juró venganza, en lo que sería el fin de la monarquía en Roma y la proclamación de la república en el año 510 a.C.